Asocian la proporción entre masa grasa y muscular con el declive respiratorio en la edad mediana.
- ComiteNetMD
- 29 de January de 2025
- Geriatría, Neumonología
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24/01/2025
Un estudio con ocho años de seguimiento establece que esta proporción podría determinar la incidencia de obstrucción respiratoria, principalmente en hombres.
Científicos de la Universidad de Yonsei han determinado que las reducciones progresivas en la proporción (M/G) entre el tejido muscular y el graso están vinculadas al deterioro respiratorio, determinado en función de múltiples parámetros ventilatorios, tales como la capacidad vital forzada o el volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1). En el análisis longitudinal a lo largo de ocho años, el aumento de la M/G, indicativo de disminuciones en la masa grasa o en el grado de sarcopenia, se asoció a atenuación del declive respiratorio, tanto en hombres como mujeres, en comparación con el grupo en el que la M/G disminuyó. En este último grupo sólo las mujeres no fumadoras mantuvieron preservado el FEV1. Sin embargo, tanto éstas como los hombres, fumadores o no, experimentaron una mayor incidencia de obstrucción respiratoria con la reducción de la M/G.
Youngmok Park, director del estudio, afirma que éste ha sido llevado a cabo en casi 5000 participantes de entre 40 y 69 años de la población general, residentes tanto en comunidades urbanas como rurales. En este rango de edad tienen lugar los cambios en la composición corporal asociados al envejecimiento, tales como la sarcopenia, frecuentemente acompañada de un incremento de la masa grasa, señala el investigador.
Park prosigue indicando que los estudios previos sobre la relación ahora examinada habían sido mayoritariamente de carácter transversal y realizados en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica u otras patologías respiratorias. Los actuales hallazgos subrayan la necesidad de monitorizar de cerca a los pacientes que presentan cambios desfavorables en la M/G, con el objetivo de reducir el riesgo de obstrucción respiratoria, concluye el científico.
