Desarrollan un método para detectar la inflamación a partir de anticuerpos.

07/02/2025

Recientes investigaciones han puesto el foco en la detección y monitoreo de enfermedades inflamatorias. A partir de ahí, podrían mejorarse los enfoques diagnósticos y terapéuticos para las afecciones relacionadas con el estrés oxidativo.

Durante la inflamación, las células inmunitarias producen unos compuestos formados a partir de la interacción con especies reactivas de oxígeno (ROS) para matar bacterias y otros patógenos. Las ROS también pueden generarse por la exposición a factores ambientales como la luz ultravioleta, la contaminación, la radiación y el tabaquismo, sin embargo, un exceso de ROS puede dañar las células y los tejidos.

Ahora, investigadores de la Universidad Case Western Reserve de Ohio (EEUU) han desarrollado un método para detectar la inflamación mediante anticuerpos, lo que podría conducir a análisis de sangre para detectar biomarcadores específicos de enfermedades, como enfermedades cardíacas, enfermedad de Alzheimer y varios tipos de cáncer. Su aplicación también es prometedor para el descubrimiento de nuevos fármacos.

La investigación, publicada en la revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS)’ estuvo dirigida por Greg Tochtrop, profesor de química en Case Western Reserve, quien destacó que “esta investigación abre un número sorprendente de vías para detectar y monitorear enfermedades inflamatorias, mejorando los enfoques diagnósticos y terapéuticos para las afecciones relacionadas con el estrés oxidativo”.

El equipo de científicos investigó cómo las ROS podían reaccionar con el ácido linoleico, un ácido graso que se encuentra en todas las membranas celulares, formando compuestos que pueden unirse al ARN, al ADN y a las proteínas, llamados ácidos epoxicetooctadecanoicos (EKODE). La identificación de los EKODE revela importantes conocimientos sobre la peroxidación lipídica y las enfermedades inflamatorias.

En concreto, este estudio muestra que los EKODE forman aductos estables con residuos de cisteína mediante una rápida adición de Michael (un tipo de reacciones organocatalíticas) seguida de una apertura del epóxido en un sitio inesperado. Este mecanismo genera productos finales de lipoxidación avanzados, útiles como biomarcadores del estrés oxidativo y la inflamación.

Los resultados del trabajo sugieren que los EKODE reaccionan con el ácido nucleico cisteína de una manera que nunca antes se había descrito, formando un enlace estable. Estos compuestos luego se acumulan en los tejidos de todo el cuerpo que sufren estrés oxidativo, como el cerebro, el corazón, el hígado y otros órganos.

Los investigadores desarrollaron anticuerpos contra estos compuestos a partir de modelos de ratón y pudo detectar la acumulación de diferentes tipos de EKODE en varios tejidos, tanto en ratones como en humanos. “A partir de este procedimiento, podríamos detectar compuestos y concentraciones únicas en diferentes tejidos y órganos, lo que significa que potencialmente podríamos detectar una variedad de enfermedades con un análisis de sangre”.

El siguiente paso al que aspira este equipo de científicos es identificar diferentes dianas de EKODE en varios órganos y tejidos para correlacionar biomarcadores con enfermedades específicas. Está particularmente interesado en los EKODE producidos en el ojo en respuesta a la degeneración macular relacionada con la edad o la retinopatía diabética que afectan la visión.

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