Efectos de la terapia dialéctico conductual en línea sobre la insatisfacción corporal y síntomas de trastornos alimentarios en mujeres: estudio piloto.

Resumen

Los trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos (TAIA) son padecimientos cuya génesis está relacionada con la alteración en la imagen corporal, el miedo a ganar peso y la ejecución de conductas para el control del mismo. Durante la pandemia por la COVID-19 se reportó un incremento del 57% en el número de casos relacionados con los TAIA, situación que a su vez demandó un aumento en el servicio psicológico a distancia. El objetivo de la investigación fue evaluar el efecto de una intervención grupal en línea bajo el modelo de la Terapia Dialéctica Conductual (TDC) en mujeres con alteraciones en el comportamiento alimentario. Por medio de una muestra no probabilística de tipo intencional y por cuotas participaron ocho mujeres, de entre 18 y 38 años de edad (Medad =27.25,DE=8.328). Completaron una batería psicológica conformada por una ficha de datos generales y las escalas EAT-26, BULIT y BSQ. Ingresaron en grupos a la plataforma Zoom®, la intervención constó de 10 sesiones, de frecuencia semanal y duración aproximada de dos horas. Los análisis intragrupales revelan una disminución en los síntomas de anorexia (p= .028), bulimia (p= .004) e insatisfacción corporal (p= .021), como también, a nivel individual (CCO ≤ 0.20, ICF ≤ -1.96, puntuación < CCR). La TDC de tipo online posee evidencias de disminuir los síntomas asociados a los TAIA, no obstante, deben realizarse más estudios que permitan mejorar la validez externa de este tipo de terapia y modalidad de atención

Introducción

A finales de 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS,  2024)  fue  alertada  sobre  el  surgimiento  de  un  nuevo coronavirus, SARS-CoV-2 (COVID-19), el cual se transmite por medio de gotículas de saliva o mucosa expulsadas por la nariz o la boca. Para el 11 de febrero de 2020 se declaró a nivel internacional el inicio formal de  esta  emergencia  sanitaria,  la  pandemia  por  CO-VID-19. En función de ello, se tomaron como medidas de contención de la enfermedad el uso de mascarillas, el  cierre  de  espacios  y  centros  públicos,  así  como  un  confinamiento en los hogares, el cual se prolongó más de  lo  estimado  y  terminó  superando  el  año  y  medio  (Talic et al., 2021).Derivado  de  este  suceso,  el  estilo  de  vida  de  la  población en general sufrió un cambio radical. Particularmente, en diferentes partes del mundo se comenzó a reportar el incremento en el temor de contagio de este virus, temor de la pérdida de seres queridos, así como mayor exposición a jornadas domésticas y/o de trabajo en línea (housekeeping y homeoffice, respectivamente), por  mencionar  algunos  (Appel-Meulenbroek  et  al.,  2023; Cori et al., 2021; Giorgi et al., 2020). La presencia de estos hechos coadyuvó a deteriorar la salud mental, específicamente, a experimentar síntomas asociados a trastornos del estado de ánimo, consumo de sustancias e incluso cambios en la conducta alimentaria (Almeida et  al.,  2020;  COVID-19  Mental  Disorders  Collaborators, 2021; Taquet et al., 2021).

Mayaro Ortega Luyando1, Luisa Dayanit Cruz Roque2, Alejandro Pérez Ortiz1, María Leticia Bautista Díaz3, Juan Manuel Mancilla Díaz1, Georgina Leticia Álvarez Rayón1 y Adriana Amaya Hernández1

1 Grupo de Investigación en Nutrición, Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México.

2 Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México.

3 Grupo  de  Investigación  en  Aprendizaje  Humano,  Facultad  de  Estudios  Superiores  Iztacala,  Universidad  Nacional  Autónoma  de  México

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https://journals.iztacala.unam.mx/index.php/amta/article/view/834/947