Enfermedades Raras en la Infancia: Terapia con Hormona del Crecimiento en Pacientes con Síndrome de Loeys-Dietz

Un estudio de caso evalúa la eficacia y seguridad del tratamiento prolongado con rGH en una paciente con SLD tipo 2 y deficiencia de hormona del crecimiento.


El Síndrome de Loeys-Dietz (SLD) es una enfermedad genética rara que puede manifestarse a cualquier edad, pero suele diagnosticarse con mayor frecuencia en la infancia. Se trata de una condición que afecta múltiples sistemas del cuerpo, incluidos los sistemas vascular, craneofacial, esquelético y cutáneo. Sus principales características incluyen aneurismas arteriales, tortuosidad arterial y alteraciones craneofaciales y esqueléticas. En niños, la SLD puede presentarse con síntomas como hipermovilidad articular, piel fina y translúcida, fisura palatina o bífida, pie equinovaro congénito y escoliosis progresiva. Además, debido al compromiso multisistémico, algunos pacientes pueden mostrar baja estatura y desarrollo físico limitado.

La SLD fue descrita por primera vez en 2005, y al ser una condición relativamente nueva en la literatura médica, aún existen pocos estudios clínicos que evalúen la eficacia de nuevos tratamientos. Actualmente, no existe una cura para la enfermedad, y su manejo requiere un enfoque multidisciplinario que involucre a especialistas en cardiología, ortopedia, genética, inmunología y gastroenterología. El principal objetivo del tratamiento suele ser minimizar los riesgos de complicaciones cardiovasculares y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Genéticamente, la SLD es una enfermedad autosómica dominante causada por mutaciones en los genes de la vía de señalización del factor de crecimiento transformador β (TGF-β), una citocina involucrada en procesos como la angiogénesis, la apoptosis y la regulación de la producción de proteínas de la matriz extracelular. La enfermedad se clasifica en cinco subtipos según el gen afectado, siendo las mutaciones en el gen TGFβR2, correspondientes al subtipo 2, la forma más común.

En este contexto, un reciente estudio observacional analizó la eficacia y seguridad del tratamiento con hormona de crecimiento recombinante (rGH) durante casi ocho años en una paciente pediátrica con SLD tipo 2 y deficiencia concomitante de hormona del crecimiento. La terapia con rGH ha demostrado ser prometedora, ya que el GH está involucrado en el desarrollo cardíaco, la estructura del endotelio vascular y la elasticidad de la pared aórtica. El tratamiento comenzó a los 6,5 años de edad, con un seguimiento continuo por parte de especialistas en endocrinología, cardiología y genética.

Durante el tratamiento, la paciente mostró una mejora significativa en su altura estándar (SDS, puntaje de desviación estándar), que pasó de -2,4 a -1,4, alcanzando 155 cm a los 16,5 años. Este crecimiento sugiere que la terapia permitió la recuperación de su potencial de crecimiento. Además del impacto en la estatura, los investigadores destacaron los efectos positivos del GH en el metabolismo, la estabilización de la pared vascular y la fuerza muscular, lo que contribuyó a una mejora en la composición corporal y el desarrollo psicomotor de la paciente.

Sin embargo, desde los 16 meses de edad, los exámenes de imagen mostraban una dilatación progresiva de la raíz aórtica, uno de los principales riesgos de la SLD. A los 16 años, la paciente presentó un Z-score de +5,95 en la aorta, indicando una dilatación significativa que requirió cirugía plástica correctiva. Los autores discutieron el posible impacto de la administración de rGH en la integridad vascular, ya que la vía del TGF-β está involucrada tanto en el crecimiento celular como en la homeostasis vascular. Existe preocupación de que un aumento suprafisiológico en la concentración de IGF-1, inducido por la terapia con rGH, pueda contribuir a la dilatación de la aorta.

A pesar de esta preocupación, el estudio subraya que el tratamiento se llevó a cabo bajo un estricto control de la función cardiovascular de la paciente, con monitoreo de la relación IGF-1/IGFBP-3 (proteína de unión a IGF-1) para minimizar posibles impactos adversos en el tejido vascular. Aunque la paciente requirió cirugía aórtica, los investigadores no pudieron establecer una relación causal definitiva entre la administración de rGH y la progresión de la dilatación aórtica, sugiriendo que esta alteración podría ser una manifestación natural de la SLD.

Este es el primer estudio en documentar los efectos a largo plazo de la terapia con rGH en un paciente con SLD. Los resultados sugieren que la hormona de crecimiento puede ser una opción terapéutica viable para pacientes con SLD y deficiencia de GH, siempre que se realice una evaluación multidisciplinaria cuidadosa y un monitoreo cardíaco intensivo. No obstante, se necesitan más estudios para comprender mejor la relación entre IGF-1, crecimiento y seguridad vascular en personas con enfermedades del tejido conectivo.

Dado que el Síndrome de Loeys-Dietz fue descrito recientemente, aún no hay suficientes informes sobre tratamientos curativos para la enfermedad en su totalidad. Por lo tanto, el enfoque sigue siendo multidisciplinario y personalizado. Investigaciones futuras podrían profundizar en la comprensión de las interacciones entre las hormonas de crecimiento y la estabilidad del tejido conectivo, lo que contribuiría a avances en la gestión clínica de estos pacientes y ampliaría las opciones terapéuticas disponibles.

Referencias:
[1] Dyrka K, Jamsheer A, Bartecki M, Bobkowski W, Pawelec-Wojtalik M, Rajewska-Tabor J, et al. Efficacy and safety of recombinant growth hormone therapy in a girl with Loeys–Dietz syndrome. Front Cardiovasc Med. 2025;11. doi:10.3389/fcvm.2024.1377510