Implicaciones posoperatorias del uso de opioides en cirugía de citorreducción más quimioterapia intraperitoneal hipertérmica.

Resumen

La cirugía de citorreducción más quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (CRS + HIPEC) es un procedimiento que ha impactado de forma importante la morbimortalidad asociada a la carcinomatosis peritoneal de selectos pacientes. Existe un amplio desconocimiento en cuanto al manejo farmacológico anestésico optimo que llevara a tener los mejores desenlaces posoperatorios posibles. En esta revisión panorámica se realiza una búsqueda de la literatura con énfasis en la asociación entre opioides y desenlaces posoperatorios de la CRS + HIPEC. En la búsqueda, se obtuvieron 269 resultados y únicamente 36 artículos de ellos fueron incluidos en un análisis temático. Se concluye que aún existe un vasto desconocimiento en este tema. La realización de estudios con opioides que no solo se enfoquen en la analgesia perioperatoria sino también en el mantenimiento anestésico ayudaran a la identificación de estrategias farmacológicos que podrían tener un mayor y mejor impacto en los desenlaces postoperatorios de esta cirugía.

  • Introducción

La cirugía de citorreducción más quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (CRS + HIPEC) fue inicialmente descrita por el Doctor Paul Hendrick Sugarbaker, cirujano estadounidense en el año 1981, para el manejo macroscópico y microscópico de la carcinomatosis peritoneal. Por esta razón este procedimiento se conoce además como la cirugía de Sugar- baker[1]. Esta cirugía consiste en dos fases: (a) la citorreducción (CRS), en donde se realiza una resección quirúrgica de las estructuras que se encuentran visiblemente comprometidas; y (b) quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC), en la cual se administra quimioterapia de forma localizada a una temperatura entre los 42 a 43 grados centígrados por un período de 60 a 90 minutos de duración en la región peritoneal que se encuentra afectada a nivel celular[2]. Posteriormente, esta técnica quirúrgica comienza a ser implementada en diferentes instituciones de los Estados Unidos incitando el desarrollo de estudios clínicos y generando cambios en las indicaciones y modificaciones en el abordaje quirúrgico del mismo[3].

En la literatura actual está bien documentado el impacto positivo que tiene la CRS + HIPEC en cuanto a la sobrevida a largo plazo y calidad de vida de selectos pacientes con carcinomatosis peritoneal[4]. No obstante, es importante no omitir y resaltar que la morbimortalidad posoperatoria asociada con este procedimiento está directamente relacionada con la curva de aprendizaje del equipo de trabajo; a mayor experiencia, menor es la tasa de morbimortalidad y mayor la tasa de éxito[5]. Este procedimiento lleva casi 45 años desde su descripción inicial y 30 años desde el inicio de implementación en diferentes instituciones. A pesar de esto, muchas de las decisiones y conductas anestésicas realizadas en el intraoperatorio de la CRS + HIPEC se basan en datos extrapolados de otros procedimientos de cirugía mayor, ya que actualmente no existen datos propios que respalden algunas acciones anestésicas[6].

Alejandro Fernández-Escobar1,2, Guillermo A. Madrid-Díaz1, Mario E. Mendoza-Obyrne2

1 Universidad El Bosque. Colombia.

2 Anestesiología, Fundación Santa Fe de Bogotá. Colombia.

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