La Cohorte SHARE: Investigación de los Mecanismos Genéticos, Epigenéticos y Ambientales de la Subfertilidad

Al menos 1 de cada 5 parejas se ve afectada por la subfertilidad, y en al menos la mitad de estos casos hay un factor masculino implicado. Aunque existen varios factores de riesgo de infertilidad masculina, con frecuencia se desconoce la etiología.

La cohorte Subfertilidad, Salud, Reproducción Asistida y Medio Ambiente (SHARE) es un poderoso conjunto de datos con una larga historia de descubrimiento de características ambientales, moleculares, genéticas y características clínicas asociadas con la infertilidad masculina. Esta rica base de datos combina datos médicos, genealógicos y administrativos con muestras de biobancos y resultados de análisis de semen de hombres sometidos a una evaluación de fertilidad recopilados por la Universidad de Utah e Intermountain Healthcare a partir de 1996. Además, la cohorte SHARE está vinculada a la base de datos de población de Utah (UPDB), que permite la identificación de la población de control “fértil” emparejada por edad y sexo, la integración de información demográfica y el seguimiento longitudinal. UPDB es un registro de población integral a nivel estatal que vincula información demográfica, residencial, clínica y de estado vital a través de varias fuentes de datos.1 Esta base de datos a nivel estatal es capaz además de identificar estructuras familiares, lo que permite la identificación e inclusión de familiares de primer a tercer grado de los hombres en la cohorte SHARE, lo que permite análisis individuales y familiares de los factores que subyacen a la reducción de la producción de esperma en hombres infértiles. Cada vez hay más pruebas que sugieren que la subfertilidad masculina no sólo afecta a la reproducción, sino que podría servir como biomarcador de la salud somática general. La mala calidad del semen se ha relacionado con varios resultados adversos para la salud, incluido un mayor riesgo de hospitalización y mortalidad por enfermedades crónicas, disminución de la vida y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, algunos cánceres y enfermedades autoinmunes (Fig­ura 1).2,3.

Joemy M. Ramsay, MS, PhD

Hunter LaCouture, MD

Jason Kunisaki, BA

James M. Hotaling, MD, MS, FECSM

University of Utah, Salt Lake City

Para descargar la investigación completa haga clik a continuación:

Pág. 4