Desde finales de 2022, y tras analizar la última evidencia científica, la Unión Europea ha instado a los Estados miembros a considerar la incorporación de nuevos cribados para los cánceres de pulmón, gástrico y de próstata. También ha sugerido implementar nuevos criterios en los programas ya existentes para el cribado de los cánceres de mama, cervicouterino y colorrectal. En este contexto, All.Can Spain organizó en Madrid la jornada “Nuevos horizontes para el cribado de cáncer en Europa: implicaciones para su implementación en el Sistema Nacional de Salud”, la cual abordó los retos y beneficios de estas nuevas recomendaciones.
El Dr. Juan Carlos Trujillo-Reyes, co-coordinador del proyecto CASSANDRA, subrayó la necesidad de avanzar hacia la implementación generalizada del cribado del cáncer de pulmón. Este tipo de cáncer, el más letal a nivel global, causa alrededor de 23.000 muertes anuales en España. Trujillo-Reyes señaló que más del 70% de los diagnósticos se hacen en etapas avanzadas de la enfermedad, una cifra que podría reducirse significativamente con un cribado temprano.
El Dr. Luis Paz Ares, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y miembro del Comité Científico de All.Can Spain, destacó la importancia de implementar cribados basados en criterios rigurosos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Es esencial que avancemos en los cribados de cáncer donde la evidencia científica lo respalde”, afirmó.
El cáncer de próstata es el tumor más común entre los hombres, con más de 35.000 nuevos diagnósticos anuales en España, siendo además la tercera causa de muerte por cáncer en varones. El Dr. Rafael López, miembro del Comité Científico de All.Can Spain, discutió los beneficios potenciales de un cribado organizado, señalando la importancia de adoptar un enfoque escalonado basado en proyectos piloto y estudios adicionales.
La Dra. Rebeca Lozano, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica, comentó que el cribado de cáncer de próstata mediante el antígeno prostático específico (PSA) ha sido un tema controvertido. Aunque algunos estudios han mostrado una reducción en la mortalidad, otros no han encontrado un beneficio claro. Sin embargo, resaltó la necesidad de enfoques más selectivos, como la resonancia magnética multiparamétrica y el uso de biomarcadores más específicos, para reducir el sobrediagnóstico y los tratamientos innecesarios.
Respecto al cáncer gástrico, la recomendación de la Unión Europea se centra en países con alta incidencia. En España, sin embargo, la incidencia de este tumor es baja, por lo que no se considera necesario un cribado poblacional. Según el Dr. López, “en regiones con tasas elevadas de cáncer gástrico, se deben evaluar estrategias de cribado y tratamiento del Helicobacter pylori”, aunque en España el enfoque se centra más en el tratamiento de esta bacteria cuando se detecta, sin recomendaciones específicas para un cribado endoscópico generalizado.
En cuanto a los cribados ya en marcha en el sistema público español, como los de mama, cérvix y colorrectal, el Dr. López destacó la necesidad de mejorar la equidad y la calidad de los programas. La Unión Europea recomienda mamografías para mujeres de entre 50 y 69 años, y pruebas de detección del virus del papiloma humano para el cribado del cáncer cervicouterino. Para el cáncer colorrectal, se sugiere el uso de la prueba inmunoquímica fecal cuantitativa como herramienta inicial.
El proyecto CASSANDRA, ya activo en 16 de las 17 comunidades autónomas de España, busca evaluar la viabilidad de la implementación de un cribado de cáncer de pulmón. Por su parte, Galicia y Cataluña están liderando el proyecto PRAISE-U, que estudia la factibilidad del cribado de cáncer de próstata. Además, el Ministerio de Sanidad ha anunciado la creación de un Sistema de Vigilancia del Cáncer, que permitirá coordinar la información de todas las comunidades autónomas y mejorar la implementación de nuevos programas de cribado.
En definitiva, la ampliación de la cartera de servicios de cribado en el Sistema Nacional de Salud debe ir acompañada de criterios de calidad y equidad en todas las etapas del proceso, asegurando tanto el acceso a la prueba como el seguimiento diagnóstico y el tratamiento adecuado.